Las empresas fintech han demostrado que existe otra forma de gestionar el dinero de los clientes, una forma más veloz, cómoda y transparente ofreciendo soluciones más rápidas, con menos recursos y empleando menos dinero…

 

La palabra fintech (de las palabras finance y technology) define a aquellos servicios financieros que se sirven de la tecnología para facilitarle la vida al cliente. Hablamos de créditos online, cambio de divisas a través de la red, pagos online, banca digital, etc. En definitiva, a aquellos productos o servicios que ponen en común la tecnología y el dinero.

Las empresas fintech han demostrado que existe otra forma de gestionar el dinero de los clientes, una forma más veloz, cómoda y transparente ofreciendo soluciones más rápidas, con menos recursos y empleando menos dinero, lo que está revolucionando de arriba abajo el sector de la finanzas tradicionales, tanto a nivel de particulares como de empresas, porque si bien su tamaño en la actualidad aún es pequeño, está previsto que este sector crezca de forma exponencial durante los próximos años.

Estas empresas se dedican a intermediar en el mundo de las finanzas en cuatro grandes áreas de negocio principalmente: pagos y transacciones, gestión de finanzas personales, plataformas de consultoría y comercialización para inversiones y nuevos planteamientos de financiación y concesión de créditos, pero veamos de qué va cada una de éstas.

  • Pagos y transacciones: Son todas aquellas plataformas que permiten realizar consultas de saldo, pagos y transferencias a través de internet, sin necesidad de acudir al banco. El caso de éxito más destacado en esta área es PayPal, una empresa estadounidense que facilita el pago en Internet y que hace posible transferir dinero entre usuarios de forma rápida y sencilla.
  • Gestión de finanzas personales: Este ámbito engloba a todas aquellas empresas especializadas que ofrecen a los bancos soluciones de marca blanca para sus clientes. La más importante es la estadounidense Mint, que permite a sus clientes consultar todos los saldos y transacciones juntos. Extrae de forma automática toda la información financiera de sus cuentas en un solo lugar y la muestra de un modo claro y fácil de entender.
  • Plataformas de consultoría y comercialización para inversiones: Se trata de plataformas basadas en la compraventa de acciones y de otros productos bursátiles, en donde destacan startups como las alemanas Vaamo o Moneymeets, que optimizan las carteras de inversión de sus clientes, para ayudarles a conseguir sus objetivos de ahorro y de capital. Con la transparencia como bandera, estas empresas ya representan una seria competencia para los bancos tradicionales, a quienes las organizaciones de consumidores critican por no saben asesorar a sus clientes y llevarse unas comisiones muy altas en comparación con estos nuevos servicios.
  • Nuevos planteamientos de financiación y concesión de créditos: Hoy en día es posible pedir un crédito sin recopilar cientos de papeles, sin esperar durante horas y sin necesidad de moverse del sofá. Empresas como Zaimo y Kredito24 ofrecen préstamos personales online a la medida del cliente, de forma fácil, transparente y en tiempo récord. Gracias a un avanzado sistema informático, son capaces de evaluar tu situación al instante y pueden enviarte una respuesta en cuestión de minutos. El cliente solo tiene que indicar la cantidad que necesita, seleccionar el número de cuotas en las que quiere devolverlo y facilitar sus datos personales y el número de cuenta bancaria en la que desea recibir el préstamo. Si la solicitud es aprobada, en tan solo doce minutos contará con el dinero en su bolsillo.

Pablo Blasco, director de Fintech Spain, destacó que los retos a los que se enfrentan las fintech hoy en día son tres fundamentalmente: la seguridad, el tiempo y la confianza.

¿Por qué son importantes las fintech?

El Foro Económico Mundial considera que las fintech aumentan la competencia entre la sociedad, reducen el precio pagado por los consumidores, y proporcionan servicios financieros especializados para las necesidades de las personas que no reciben los servicios requeridos de bancos tradicionales. En algunos casos hay tecnología tan innovadora que aún no están restringidos por regulaciones, sistemas de tecnología, o una red de sucursales. Según lo publicado por The Economist, las fintech siguen cambiando el mundo con propuestas que pueden evaluar los riesgos de inversiones y analizar el éxito de empresas, diversificar el crédito.

La demanda de soluciones de financiación alternativas, y hasta con mejores condiciones en su contratación, es una de las mejores armas para utilizar estos nuevos canales de gestión financiera. No en vano, estos productos no están presentes en las ofertas que desarrollan los bancos, y sí, en cambio, a través de la banca en el móvil en que se basa el sector fintech.

Y no solo sirve para la financiación personal, sino en especial para la derivada de las necesidades de las pequeñas empresas, emprendedores y proyectos profesionales.